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DESPEDIDA EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Las redes sociales siempre han cumplido con una de sus funciones principales, ponernos en contacto con personas que forman o formaron parte en alguna etapa de nuestra vida. ¿Cuántas amistades, conocidos o familiares tienes en tu lista de amigos en Facebook, pero con los que por mucho tiempo no intercambias mensajes? Y no lo haces por el hecho que lo que comparte te hace pensar que está bien.


A través de estas mismas redes sociales nos hemos enterado de malas noticias, esa persona que publicaba su día a día, esa persona a la que no le escribiste o llamaste para saber que realmente todo marchaba como se veía en sus publicaciones, esa persona en un instante dejo publicar, dejo de vivir…la emergencia sanitaria y el confinamiento en el que nos encontramos impiden que podamos despedirnos de los seres queridos que fallecen a causa del virus. El duelo actualmente es una experiencia más difícil de lo normal.


Cada vez es más cercana la noticia de que un familiar, un amigo o un conocido es víctima de la muerte por COVID-19. No poder despedir el cuerpo de esa persona, no poder abrazar, consolar a quien estaban a su lado es una sensación indescriptible.


Hace dos meses cumplía años quien fuera uno de mis mejores amigos en mi etapa universitaria, tomamos caminos distintos, no nos veíamos, no hablábamos pero sabía que se encontraba pleno por sus publicaciones y probablemente él pensaba lo mismo de mí. Como cada año no desaproveche la oportunidad de desearle un feliz cumpleaños y entonces en respuesta vendría un ¡GRACIAS!


Hoy entre a su perfil de Facebook, vi cada una de las fotografías publicadas, reviví ese abrazo y esa risa plasmadas en una imagen como hace diez años, nunca imagine que en minutos su perfil se veía inundado de mensajes despidiéndose de él.


Siempre había creído que el protocolo que se llevaba a cabo después de la muerte de una persona, sólo tenía el objetivo de reunirse para recordar, de alargar el dolor de quienes seguimos en este plano terrenal, pero en las circunstancias en las que nos encontramos actualmente cualquiera de nosotros quisiera poder participar en esa costumbre.


Sólo basta recordar que el ciclo de la vida tarde o temprano lo tendremos que cumplir, mientras llega ese momento, aprovechemos las redes sociales y seamos realmente amigos, enviemos ese mensaje que hemos postergado, no esperemos a que sea demasiado tarde y publiques un texto que esa persona ya nunca leerá.


@Revist Voler









La muerte de alguien cercano nunca es sencillo de aceptar, pero es más complicado cuando es un número más en lista de muerte por COVID-19, sin funeral, sin despedida.

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